La organización Uprocam considera que hay condiciones para seguir en punta
A los agraristas del municipio de Venustiano Carranza la capacitación y tecnificación del campo logró que recuperaran la denominación del granero de Chiapas, en la actualidad ostentan el liderazgo de la producción del grano básico, para autoconsumo, de la entidad.
La Unión de Productores Caña de Azúcar y Maíz, (Uprocam) se muestra agradecida y complaciente por el respaldo gubernamental del momento; la Secretaría del Campo (Secam) ha dotado de implementos en proyectos productivos, tractores y la capacitación para elevar la producción, en cantidad y calidad, dijo Grisel Jiménez Mazariegos, Presidente de la organización.
“Hemos sembrado con nuestro trabajo mayores y mejores cultivos abundantes que han superado las expectativas de producción en el 2009. Esperamos redoblar en mayor porcentaje durante este 2010.”
En esa región del Estado en donde predomina la producción de caña, el maíz retoma su camino perdido hace muchos años por el olvido y descuido de autoridades y campesinos; éstos por no tener el sustento económico para afrontar el alto costo de la productividad.
“Estamos trabajando de manera organizada para sacar adelante la política que implica la reconversión al campo chiapaneco.” El optimismo de las autoridades competentes como de los propios productores a decir del dirigente de la Uprocam es que para este 2010, la producción tenga un incremento no sólo en el maíz sino en otros productos regionales.
“Se ha demostrado que hemos pasado del autoconsumo a la comercialización al incrementar nuestra producción, lo que viene a dar en una mejor calidad de vida para las familias del sector rural; nuestro municipio fue sede de la entrega de la mazorca de oro, donde agremiados de la Uprocam recibieron hasta 400 mil pesos al conseguir una derrama económica, por su producción, de alrededor de 13 millones de pesos.”
Pero el incremento de la producción maicera se debe en gran parte a la tecnificación del campo (cosechadoras y sembradoras de precisión) que hicieron de los labriegos una cómoda y rápida eficacia en el cultivo del mismo.
“Con estos equipos, muchos productores tuvieran una cosecha de más 11 tonelada por hectárea, gracias a la buena organización de trabajo que tenemos porque estamos seguros que el campo está saliendo adelante con trabajo.”
Para Grisel Jiménez con estas acciones que fomenta el gobierno no hay necesidad de tomar carreteras y edificio públicos; “nosotros debemos cumplir con nuestra parte, la de trabajar y hacer que los beneficios recibidos se plasmen en una mayor producción de nuestras tierras.”
El reto de seguir como líderes del grano blanco es la prioridad de los agricultores de Venustiano Carranza ante la fuerte competencia que tienen con los productores de Villaflores que también tiene ese reto.
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