Hoy quiere ser grande, la ilusión por curar a su abuelita lo motiva a ser doctor
Cursa el tercero de primaria, hubiese ido en cuarto, pero una enfermedad de su abuelita obligó a su madre a retirarlo un año de la educación básica; a él no le molesta, solo se preocupa por ser grande, terminar su carrera y tener la cura que tanto anhela para su abuelita.

Cree que soy escritor, así nos dicen muchos, otros nos tachan de mentirosos, algunos más de chismosos. No soy escritor, sólo me dedico a plasmar lo que muchos piensan, otros ocultan y otros que no pueden contar porque carecen de voces.
Samy es parte de una numerosa familia que tengo en el centro del país (Distrito Federal o la Ciudad de México, qué se yo, si no los he visitado. El trabajo, la distancia, la desidia o quizás el destino no lo ha permitido; pero hace un par de semanas mi hermano Jesús, me contactó con la prima Liliana, una de sus tías (hermana de su madre) en la red social del Facebook; de ahí se vino la cadena de agregar a sus primos, tíos y todos los relacionados con Coutiño Pérez, Díaz Coutiño, Hernández Coutiño y otros que ahorita no se me vienen a la mente.
Le prometí escribirle algo de lo que hago. Esto es lo que hago, escribir el acontecer del mundo real, quizás parece ordinario para muchos; para los comunicólogos es momento ideal para relatar un ensayo, un artículo o una crónica. Samy me contactó vía MSN; a través del correo de su mamá, solo cruzamos algo de palabras y por ello escribí este pequeño pensar.
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