ESDRAS E. CAMACHO
* MIEDO SI TENEMOS, PERO... ¿PARA DONDE NOS HACEMOS?: AGENTE MUNICIPAL DEL EJIDO BUENOS AIRE, EN EL MUNICIPIO DE MOTOZINTLA CHIAPAS.
A las once de la mañana, arribo a la población "Buenos Aires" este lunes 18 de octubre, todo el paisaje te ofrece quietud, calma y olvido. El abandono se siente en cada poro. En la agencia municipal, reunidos en conversación el agente municipal Adelfo Bernal García, me recibe, con calidez, sin sorpresa, en silencio me invita a sentarme, interrumpo y le digo que deseo constatar los daños que han sufrido en esa localidad a consecuencia de las lluvias en el mes anterior.
En septiembre con fechas 4 y 5 de septiembre en la región Sierra se presentaron lluvias con serias afectaciones a los caminos, a consecuencia de estas, se interrumpió temporalmente el tránsito vehicular, pues los deslaves y árboles caídos lo impedían. De nuevo el día 8 de septiembre se volvió a padecer los embates de la naturaleza, en el que la destrucción de una bodega de conocida marca de cerveza, y el azolve de las instalaciones del DIF regional, fueron noticia nacional. El Gobierno municipal de esta ciudad, instaló en el auditorio municipal un albergue que da alojo a unas 54 familias, provenientes de los distintos barrios afectados en la zona urbana.
"Todo es zona de riesgo, todos estamos igual" .
Adolfo Bernal García, agente municipal declara. "Aquí, todo es ladera, difícilmente hay para nosotros un lugar seguro, Todo es zona de riesgo, todos estamos igual". Explica que no han recibido "ayuda, o, consuelo", menciona que los días últimos de septiembre, geólogos envíados desde el Servicio Sismólogico Nacional, en coordinación con Protección Civil Municipal, exploraron el ejido y sus alrededores y dictaminaron la reubicación inmediata y urgente de todos.
No obstante, la respuesta a las afectaciones en las zonas rurales se ha retrasado y los vecinos lo expresan, sin enojo, sin esperanza, sino con resignación. Tienen, miedo les pregunto: "miedo si, pues como cree que no, pero nosotros sólo esperamos en Dios, que planes tiene para nosotros"
El ejido "Buenos Aires, se ubica en la cordillera de la Sierra, sobre la carretera que conduce a Huixtla Chiapas, a 1750 metros sobre el nivel del mar. Agrupa a diez barrios, enclavadas en las montañas, cuenta con una primaria, un jardín de niños, casa ejidal, agencia municipal, salón de actos, tres iglesias, aventista, católica y pentecostés. En total unas 40 viviendas.
Damaso Zacarías Verdugo de 76 años, es policía ejidal, comenta: "en sólo dos días de lluvia, nuestros cultivos se han perdido, aquí siempre hemos sembrado maíz, frijol, papa, rábano, y todo se perdió". Obtienen algún pago por sus servicio, pregunto: "nada", ¿porqué lo hacen?, continúo: "por sevicio", dice, dándome a entender que es su contribución al bienestar de la comunidad.
Motozintla es el municipio de los diez que integran la zona sierra, que ha resultado con más daños, en los años de 1988, 2005 y 2010, que ha habido contingencia climatólogic, en este lugar, no funciona el sistema de alerta, son pocos los medios de comunicación, por no decir nulos. La rumorología domina. Los intentos de medios alternativos de comunicación a través de radiodifusoras comunitarias, - que mucho hubiesen ayudar en la difusión de mensajes de prevención - han sido perseguidas y acalladas por ordenes del monopolio existente en el Estado.
Victor Velázquez, se ofrece acompañarme a la toma de fotografías de dos viviendas que se le han caído las paredes y el columpio que se ha formado en carretera. En el transcurso constatemente me hace preguntas: ¿Ud, a que se dedica?; ¿Qué se podrá hacer?, ¿A quién le corresponde ayudarnos?, ¿Qué piensa el gobernador Juan Sabines de todo esto?.
Le explico que sólo soy fotógrafo, que insistan en la respuesta con las autoridades municipales y que el gobernador de seguro está enterado de la situación en que viven... me interrumpe y me dice que no deberían esperar mucho, que la tierra no soporta tanto, pero que tendrán que esperar lo que venga.
Mientras caminamos, a un lado de la carretera, se oye una motosierra, mientras que un Omnibús de primera clase con todos los asientos ocupados, se balancea en la parte afectada, rebota un poco y al final continua su trayecto.
Le agradezco su atención y le digo que se regrese, que yo continuaré mi recorrido sólo. Sonríe y se da la vuelta, mientras lo veo caminar, pienso en como nombrar la crónica que redataré, y sobre todo en sus preguntas. Siento la incapacidad, la debilidad de mis palabras. Mi falta de respuestas.
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