La poca rentabilidad del producto de gallina, propicia que mejor se invierta en carne
por Juan Álvarez Moreno
Chiapas no produce huevos. Aún y cuando se ha llegado a ser el quinto productor nacional de carne de ave (pollo), la producción del huevo en la entidad ha fracasado en el mínimo intento que se ha hecho en los últimos años.
En
la entidad hay establecidas 127 granjas de engorda, de las cuales únicamente 106 (pertenecientes
a la iniciativa privada) producen carne, cinco de ellas se dedican a la
reproducción para la incubación del pollito de engorda. (San Antonio, Avimarca,
Cerro Brujo, Incubadora de Villaflores, etcétera) el resto ya no opera dice María
Concepción Pérez Manterola, jefa del departamento genética y desarrollo
pecuario.
Según
datos del Sistema Producto Avícola, en el 2007 se contaba con 92 millones de
aves; para el 2008 se aumentó a 95 millones; en 2009 fue cuando se alcanza el
quinto lugar nacional en producción de carne al contar con 98 mil aves de
engorda que producían 209 toneladas de carne.
El inventario de aves al 2012, según datos de la Secretaría del Campo (Secam), es de 107 millones de aves de engorda (carne) o aves de postura, se cuenta con un reconocimiento por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para el comercio internacional; se cuenta con capacitación y asistencia técnica especializada que se considera a las empresas como establecimiento con tecnología de punta pero ninguna le apuesta a la producción del huevo de plato.
Las causas
En
el año 2006 –reveló el gobernador del estado, Juan Sabines Guerrero en su
primer informe de gobierno, denominado de los hechos a las palabras- que la
industria avícola chiapaneca tenía 137
unidades de producción comercial (carne), de las cuales 115 se encuentran en
operación y de éstas 67 están constatadas y 62 fueron aprobadas en bioseguridad
por parte de la federación. “El inventario estatal avícola para consumo humano
es de 17.8 millones de pesos, el cual se encuentra protegido por los estatus
zoosanitario, libre de las enfermedades aviares tales como, la salmonelosis,
Newcastle e influenza aviar.” Sostenía en su discurso el mandatario estatal al
argumentar que en ese primer año de su gobierno se invirtió 1.6 millones de
pesos con recursos de Alianza para el campo.
Solo
una empresa en la entidad “Cooperativa Granja Avícola, La Providencia”,
instalada en el municipio de Cintalapa de Figueroa, se ha atrevido a explotar
la producción del huevo de plato.
La
Providencia llegó a
tener seis mil aves en producción para el huevo de plato, “en un promedio
multiplicado por el 80 por ciento de esas aves produciendo, se obtiene un total
de 70 toneladas anuales, comercializadas en Chiapas; la rentabilidad no fue
suficiente. El costo sí.”
Con
recursos estatales, a través del Fideicomiso Fondo Estatal de Desarrollo
Comercial, Agropecuario y Agroindustrial (Fedcaa), se autorizó un crédito por un
millón 200 mil pesos a esta empresa para producir 44 mil pollas en el municipio
de Cintalapa, revela en su página 70, de las 96 que conforman el desglose del
primer informe de actividades de Juan Sabines Guerrero.
La
Providencia es una
empresa familiar fundada en 1969 por sus propietarios, el señor Augusto Ramos
Pérez y la señora Berta Romano de Ramos; hoy funciona como cooperativa bajo la
denominación: Granja Agrícola La
Providencia, trabaja las
de producción de pollo de engorda, planta de alimentos balanceados, cría
y engorda de ganado ovino.
Granjas rurales, mercados locales
Hoy
en día Chiapas cuenta con 104 granjas productoras de huevo, pero de manera
rural; es decir, granjas semi-tecnificadas para producir un determinado número
de huevos para el comercio local en los municipios de menor índice de
desarrollo humano.
A
través del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria
(PESA) el gobierno del estado, conjunto con la ONU, comenzó a instalar estas granjas con las
medidas de bioseguridad para aumentar la calidad del consumo en dichas
regiones.
“Lo
que hicimos como gobierno del estado, fue establecer este tipo de granjas en
comunidades de los 28 municipios no con la intención de producir el huevo con
fines de mercado, sino con toda la intención de abastecer el mercado local de
autoconsumo.”
Un
ave productora de huevo de plato, tiene una vida productiva de 52 semanas, en
condiciones adecuadas de alimentación y si son tecnificadas se expande a otras
20 semanas, pero en Chiapas no existe tecnificación especializada.
“Cada granja tiene la capacidad para mil gallinas y se estima una producción de 104 mil aves de postura. Se produce la mitad, 52 mil aves, en diferentes edades de producción, se cuenta con un programa de repoblación; se mete la mitad en el sexto mes de postura; es decir, otras aves de cuatro semanas para repoblación.”
El objetivo de las granjas rurales es producir huevo de mejor calidad, para las familias de la localidad. Un ejemplo claro es la instalada en la comunidad rural Nuevo Juan del Grijalva, la cual produce 400 huevos diarios, en 500 aves para un total de 417 familias que habitan esa ciudad rural. Cada familia consume de dos a tres huevos por persona; aún así es insuficiente la producción del huevo.
Las
aves que se entregan a las granjas rurales se han comprado con diversos
proveedores asegura la responsable del departamento genética y desarrollo
pecuario de la Secretaría
del Campo. El único productor en el
estado es una empresa de Villaflores; el municipio que se conoce como la cuenca
de productores de granja de engorda, donde está la única reproductora de
pollita comercial productora de huevo pero solo producen eso, crías que
terminan en aves de engorda y no ponedoras.
“El
resto de aves las compramos en los estados de Puebla y Oaxaca, con un día de
edad, se traen y se meten en las granjas de cría (La providencia hoy es una de
ellas) que las cuidan cuatro semanas para posteriormente entregarlas.”
El subsecretario de comercialización de la Secretaría del Campo, Wenceslao López Vega, define la falta de huevos en la entidad, de una manera tajante.
“Es
más rentable la de carne, hoy se disparó el precio del huevo pero no es
rentable, aún y cuando el precio del cono haya llegado a los 70 pesos,
normalmente el precio del producto en sí llega ha ser de 30 a 50 centavos; es decir se
requiere de muchas aves de corral para poder tener unas ganancias
considerables.”
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