Javier Nájera Velasco es uno de los 55 expresidiarios que logró su libertad el pasado 24 de septiembre, su estancia en el penal del Amate, seis años y dos meses, le cambiaron la vida. Ingresó por el delito de robo y hoy intenta reincorporarse a la sociedad, se dice convencido de haber cumplido y enmendado su error.
En su rostro dos lágrimas se contienen alrededor de sus ojos, se aferran a no caer por sus mejillas; no son de dolor sino de alegría, la alegría de estar de nueva cuenta libre y con los deseos “inmensos” –dice- de disfrutar de su familia.
“La familia está contenta y alegre al igual que yo, estar dentro de la cárcel se pierde mucho porque el abandono de la familia es algo que a nosotros (los reos) nos duele, difícil de superarlo estando allá adentro. Es cuando valoramos la libertad”.
-Javier, ¿Qué sigue, cuáles son tus propósitos, te fijaste algunas metas estando allá dentro para cuando éste día llegara?
-Primeramente, idear algo con la familia en donde continuemos con los propósitos (sin especificar cuales) que nos fijamos estando allá adentro, queremos disfrutar con la familia y eso será lo principal.
-¿Por qué delito estuviste preso?
-Estuvimos –dice, al mismo tiempo en que hace una pausa meditando si vale la pena confesarlo- por el delito de robo, se escuchan las palabras en un susurro y con la mirada agachada.
-¿Qué tipo de robo, casa habitación, de vehículos o a transeúntes?
Levanta la mirada, observa a sus familiares y sin mirarnos responde.
-Por lo que sea pero tuvimos por un delito de robo.
-¿Te arrepientes de haberlo cometido? Le digo y con una mirada penetrante dice.
-Mire, eso ya lo determinó la acción penal, sea como sea yo cumplí ciertos años allá adentro y ahora le doy gracias a Dios por esta nueva libertad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario